Holgura del Proyecto

Aprende a programar proyectos de construcción lineal con Tilos™️.

¿De quién es la holgura del proyecto y cómo se debe gestionar?

Introducción

A veces los proyectos de construcción se atrasan por la culpa del comitente, del contratista o de ambos, y hay muchas razones posibles. La parte culpable intentará aprovechar el tiempo flotante, u holgura, del proyecto para minimizar el daño que el atraso le pueda causar a sí misma, al proyecto y a la empresa.


Existen diversos y variados motivos por los que los propietarios y contratistas del proyecto pueden provocar demoras, por lo que cada parte intentará recuperar el tiempo perdido usando el margen de holgura existente. Esta situación puede originar conflictos en la interpretación del derecho de uso de la flotación. De hecho, las acciones legales se han vuelto más complejas para analizar y determinar qué cantidad y a quiénes se deben asignar los tiempos libres disponibles en el proyecto. 


El objetivo compartido de los participantes del proyecto es completar sus proyectos a tiempo y evitar costos por retrasos. Por eso, para garantizar que el proyecto se termine en la fecha planificada, los planificadores suelen aplicar el método del camino o ruta críticos. 


Camino crítico

El método de ruta crítica planifica el proyecto ordenando y determinando la duración de las actividades. Así, se distinguen las actividades críticas de las que no.


Las actividades críticas son las que tienen que cumplirse en el plazo previsto, porque si no lo hacen todo el proyecto se demorará. En cambio, las actividades no críticas son las que tienen margen u holgura, que es el tiempo adicional que tiene una actividad para terminarse además de la duración propia que se le asignó.


Responsable

Los proyectos de construcción son complejos y suelen sufrir retrasos que pueden tener consecuencias graves para la parte responsable. El propietario de un proyecto puede provocar un retraso si hace cambios excesivos en el proyecto, no atiende los avisos de los contratistas, se entromete en el trabajo de los contratistas o no cumple con sus obligaciones contractuales según el cronograma, como, por ejemplo, pagar los avances de obra y revisar y aprobar los documentos de construcción, etc. Los retrasos causados por el propietario pueden suponer mayores costos de contratistas, equipos, gestión, pérdida de ganancias, etc.


Un contratista también puede ser responsable de un retraso si no cumple con el cronograma de trabajo. Esto puede deberse a factores como la falta de eficiencia y productividad, la escasez y la baja cualificación de la mano de obra, las demoras en la recepción de los suministros, los errores de planificación y las correcciones de los defectos de construcción. Los retrasos provocados por los contratistas pueden implicar un aumento de los costos de alquiler de maquinaria, costos de mano de obra, costos de seguros, indemnizaciones por daños, etc.


Distribución de la holgura

Tanto el propietario como el contratista tienen interés en aprovechar la flotación disponible del proyecto cuando hay retrasos, para minimizar el efecto de sus propias demoras y evitar así las posibles consecuencias y responsabilidades. Esto significa que, si el contratista posee la flotación, puede usarla para reducir o eliminar el impacto de las demoras que ha causado, y entonces la flotación no estaría disponible para el propietario para compensar cualquier demora que este haya provocado. Lo mismo ocurre en el caso contrario. Si el propietario usa la flotación disponible para cubrir sus retrasos, el contratista no dispondrá de tiempo adicional para realizar su trabajo.


El interrogante es: ¿de quién es la holgura del proyecto?



¿Cómo se decide sobre el uso de la holgura?

Los tribunales al principio adoptaron una postura simplificada y general al considerar que el contratista era el propietario de la flotación disponible en el proyecto. Sin embargo, esta postura no tenía en cuenta un análisis profundo del desarrollo del proyecto para fundamentar el razonamiento aplicado en la resolución de casos de litigio por uso de la flotación. Con el paso del tiempo y a medida que el Método del Camino Crítico se fue consolidando como una herramienta estándar en la planificación de proyectos de ingeniería y construcción, los tribunales tendieron más a tener en cuenta este método en su toma de decisiones respecto a la asignación de la flotación. Como consecuencia el análisis del cronograma se hizo también más sofisticado.


En lugar de distribuir de forma automática la holgura disponible al contratista, los tribunales y las juntas directivas de las empresas empezaron a examinar el retraso relevante del proyecto de forma integrada. Se empezó a valorar si el retraso relevante agotaba toda la holgura disponible de un proyecto, sin importar la parte que provocaba el retraso. Si quedaba holgura disponible en el proyecto para asumir el impacto de la demora, entonces a la parte que causaba la demora se le permitía usar la holgura y reducir la demora. Este enfoque integral dio lugar a la regla general que actualmente se aplica y es que “la holgura es del proyecto”. En consecuencia, y salvo que haya un acuerdo distinto, los tribunales ahora generalmente mantienen que la holgura de un cronograma de construcción está disponible para la parte que la “tome” primero, o, dicho de otro modo, por orden de llegada.


Conclusión

La holgura de un proyecto es clave para la responsabilidad por demoras. Por eso, los propietarios y contratistas suelen negociar cláusulas de reparto o asignación de holgura en sus contratos. Estas cláusulas indican si la holgura del proyecto pertenece al proyecto y se puede usar por cualquier parte que la necesite para evitar retrasos. O también, si la holgura del proyecto pertenece al propietario o contratista, la otra parte no tiene derecho a reclamar por la pérdida o uso de la holgura del proyecto.


Las cláusulas contractuales de reparto o asignación de flotación pueden variar, pero lo importante es que los propietarios y contratistas entiendan bien cómo la holgura afecta a un proyecto y que negocien y contraten con ese criterio. Si no hay una cláusula de reparto o asignación de holgura en un contrato de construcción, la norma moderna es que “la flotación es del proyecto”.


Tú puedes cambiar tu futuro.
Invierte primero en ti.